viernes, 21 de agosto de 2009

de calores y conspiraciones

Oh, calor, calor! Cuán tocacojones eres! Oh, calor, calor! vete a la mierda! Es curioso, en un caluroso día de verano odio el calor. Pero en un glacial día de invierno lo echo de menos. La culpa la tienen los extremos, que son malos. Ojalá no existiesen los extremos. Ni para la temperatura ni para nada. Ojo, no digo que no existan las diferencias, sino los extremos. Ni frío helador ni calor derritente. Ni de extrema derecha ni de extrema izquierda. Ni María Patiño ni Belén Esteban. Los extremos, vamos. Esque no puede uno ni salir a la calle. Aunque depende de dónde vivas. Si vives en Sevilla no es lo mismo que si vives en Oviedo. Pero yo que actualmente vivo en Valladolid ya me derrito cuando salgo del portal. Esque ni abrir las ventanas de casa puedo hasta las diez de la noche! El caso es que sales de casa y tienes que ir pegado a los edificios para que te de la sombra, si te la da. Problema, todos piensan lo mismo que tú. Bueno, tampoco es que se paren a pensarlo, es el instinto humano el que busca la sombra. Pues eso, que te tienes que pelear con la gente. Y luego llegas a los sitios deshidratado con ganas de beberte un cubo de agua o cuatro cañas seguidas. Yo creo que en realidad el calor no existe, es un invento de Fuensanta en colaboración con AMSTEL que, subliminalmente, nos hacen creer que tenemos mucho calor. Pues son buenos, muy buenos los jodíos!

p.d.: hoy me llamó un becario de Murcia y me contó que ayer, de repente, entró en casa y estaba nevando. ¡Dentro de su casa! Le preguntó a Jeffrey, que es una sardina en lata que tiene como mascota, que qué estaba pasando. Jeffrey respondío, siempre a través de la lata (porque aún la tiene cerrada, por si acaso) que de repente vio una luz, llegó Santa Claus y, cuando se fue, empezó a nevar. Pero lo peor de todo es que no había dejado ningún regalo porque, según palabras textuales suyas, "how how how, aún no es Navidad, how how!".
Brindo por ello!

miércoles, 19 de agosto de 2009

de intentos de tetas hasta la barbilla y pilotos de F1

Quiero hacer un llamamiento a los señores de laSexta. Por favor, suprimid la sección de Berta Collado en Sé lo que hicisteis. No es por ella -aunque tampoco es que lo haga muy bien- sino porque es una chorrada como una casa. Ya sé que todo el programa es una chorrada como una casa. Pero como una casa de las grandes. La de Flavio Briatore, por ejemplo. Pero esa sección es una chorrada sin gracia. Son vídeos chorra que todo el mundo vio ya en YouTube o se lo puso un amigo, o le llegó por e-mail, etc... Ah, y otra cosa, no le apretéis el escote tanto, que queda fatal ver las tetas aplastadas para dar la sensación de que le llegan hasta la barbilla. En fin, que yo después de comer veo el programa. Aunque, en mi opinión, ya no es lo que era, pero hacen gracia Ángel Martín y Dani Mateo. Pero cuando empieza la sección de la Collado pongo el mute y leo hasta que empieza 'Qué está pasando'. Este post no va a cambiar nada, pero yo lo escribo, que me aburro.

Por cierto, hablando de laSexta. Ya tengo ganas de que llegue el fin de semana para ver el Gran Premio de Europa de F1 que, como ya saben, será en Valencia. A Renault lo sancionaron sin correr pero al final le levantaron el castigo y correrá. Menos mal. Ya con nuevo segundo piloto que, a poco, lo hará mejor que Nelsinho. Le deseo toda la suerte del mundo a Fernando Alonso y deseo que Luca Badoer no puntúe y así los de Ferrari se den cuenta de que tendrían que haber puesto a Gené como sustituto de Felipe Massa. Y estoy seguro de que, haga lo que haga en la calificación, Timo Glock puntuará en la carrera. Confío en él.

Brindo por ello!

viernes, 14 de agosto de 2009

de esperas, gentlemen, asesinos y ostras fuera del mar

Ja, ja, ja, ja! hace un rato vi el anuncio de Jazztel, el que dice "el cambio rapidísimo". Y cada vez que lo veo, me parto. Desde el día 1 de julio vivo en un piso con unos amigos y llamamos a los de Jazztel para poner Internet y teléfono el día 30 de juNio. Estamos a 14 de agosto y aún los estamos esperando. Así que si van a poner Internet en su casa, no lo hagan con Jazztel (a no ser que les importe esperar, y esperar, y esperar...)
El otro día conocí, porque me mandaron a una rueda de prensa, a Nick Clegg. Para el que no lo sepa, es el líder del Partido Liberal británico, que es la tercera fuerza política de ese país y que, en breve, será la segunda, ya que el partido de Gordon Brown, el primer ministro, está cayendo como la espuma. Esto no viene a cuento, pero oye, me hizo ilusión haber conocido a un tío que puede ser primer ministro del Reino Unido (aunque sea a largo plazo). Dice que le gusta mucho Valladolid (qué va a decir el hombre, estando delante del presidente de la diputación) y que, sobre todo, le gusta la comida española y comer en general. ¡Ah, este es de los míos!
Y otra cosa que me hizo ilusión fue descubrir que cuando empieze la siguiente temporada de Dexter (mi serie favorita actualmente junto con Lost) van a hacer una serie animada en la página web paralela. que, además, va a contar con las voces de Micheal C. Hall (o sea, Dexter). Tengo ganas de entrevistar a este tío. Dexter, podrías venir a Valladolid, hombre!

Ya se que la entrada de hoy no viene mucho a cuento de nada, pero ya acabé mis quehaceres en el trabajo y me aburro. Me aburro mucho. Y, además, si a que desde mañana tengo cuatro días de descanso le suman lo que dice en el primer párrafo, hasta el miércoles no voy a poder escribir nada. Así que aquí me hallo, aburrido cual ostra que se aburre en el mar. Aunque la ostra por lo menos tiene todo el mar para disfrutar. En cambio yo estoy en una redacción que ocupa el piso de un edificio. Y no hay muchas más opciones que estar en mi mesa. Ý sería muy raro estar yendo y viniendo del baño cada poco. Así que nada, soy una ostra fuera del mar.

miércoles, 12 de agosto de 2009

de calores e hipocresías

¿Nunca han tenido el típico día en el que no les apetece hacer nada? Absolutamente nada. No se si me están pillando: NADA. Ni siquiera tirarse a la Bartola, por muy buena que esté y disponga de intenciones. Nada, ni siquiera dormir. Pues yo es el que tengo hoy. Será el calor. Será. El calor vallisoletano. Por Dios, si pretenden venir a Valladolid próximamente por favor, no lo hagan. No es que no me agrade su presencia, simplemente lo digo por su bien.
En fin, que aquí estoy, reflexionando. Y leyendo. Lo digo porque leo todos los días varias columnas de interés. Del mío por lo menos. Y me llamó la atención una cosa. Una columna de televisión que leí esta mañana en el periódico El Norte de Castilla. Una columna que a mi me pareció muy hipócrita. No por el columnista, que no es el de siempre, José Javier Esparza, sino que era otro que seguramente lo leí en alguna otra ocasión, pero que ya no me acuerdo. Y por eso digo que no me pareció hipócrita por el escritor, sino por el oficio de crítico televisivo en general. Escribía el artículo al que me refiero un tal Boquerini. Sí, si, yo también lo tuve que leer dos veces. Alababa NO, ensalzaba al recientemente fallecido Valerio Lazarov. Alegaba NO, confirmaba que el susodicho revolucionó la televisión. Pero, ¿de qué manera? Decía que a su llegada a Telecinco Lazarov puso en práctica las armas que había aprendido en Italia: los contenidos frívolos y la contraprogramación. Y le defiende. Y acabó su columna diciendo que se va un grande de la televisión mundial. MUNDIAL!, no nacional. Pero digo yo una cosa: ¿no se supone que los críticos de televisión están en contra de todo eso? Ojo, a lo mejor el Boquerini este no es de esos y siempre lo defendió. Y por eso decía antes que lo que digo no lo digo en particular, sino en general. Pues eso, que no lo entiendo. Y por eso se me vino a la mente la palabra Hipocresía.
Porque parece que como es un fallecimiento hay que hacer la pelota. Siempre es triste que muera alguien, pero no es obligatorio escribir sobre ello. O, por lo menos, no es obligatorio pelotear. Sobre todo si es al padre de la telebasura.
¡Que vuelva Jose Javier Esparza!

jueves, 6 de agosto de 2009

aburrimiento

Me aburro en el trabajo. Hay días en los que no hay nada que hacer. Puede parecer impensable, ¿verdad? Pues es la verdad. Les voy a explicar en qué consiste mi trabajo: tengo un contrato de prácticas en un periódico regional. Sí, estudio Periodismo, muy perspicaces. En una universidad de Valladolid que lo único bueno que tiene son las oportunidades laborales que ofrecen: ya desde que estás en segundo puedes hacer prácticas en varios medios de comunicación y, si tienes suerte y haces bien tu trabajo, cuando acabas la carrera te pueden contratar. Si tienes suerte cuando aspiras simplemente a lograr un trabajo, claro, porque si aspiras a llegar un poco alto, debes picar a otras puertas. En fin, a lo que iba, que me aburro trabajando en un periódico regional. A mi me hubiese más gustado aburrirme en un periódico nacional, pero bueno. De hecho, por pedir, me gustaría aburrirme en una radio. En una radio nacional, claro. ¡Qué carajo! ya que estamos pidiendo y soñando, porque esto no se hará realidad escribiéndolo en un wordPad desde un periódico regional porque no tengo nada que hacer, me gustaría divertirme en una radio. Nacional, ya saben. Pero bueno, tampoco es tan grave. Podría estar en un periódico provincial. O en un periódico local. O en una gaceta de barrio. O en una hoja parroquial. Pensando en esto, tampoco es para tanto. Lo de no estar en algo más amplio, digo. Aunque, pensándolo bien, Castilla y León es una región grande. La más grande de España. Así que ya es más que estar en un periódico regional de Murcia. No por calidad, ojo, sino por tamaño y, por lo tanto trabajo. Y aún así me aburro. Ya me dan pena los becarios de Murcia. Creo, además, que es una de las regiones más grandes de Europa. Castilla y León, no Murcia. Así que fíjense, aún así hay días en los que no tengo nada que hacer. Será porque es agosto y la gente está de vacaciones. Será. A mi me gustaría que me pasase algo emocionante. Una historia de esas que pasan en los libros y en las películas (a veces pasa lo mismo en ambas, por eso de la falta de creatividad en el cine... digoo, de las adaptaciones). En fin, que me gustaría que me pasase algo emocionante como que, de repente, haya un asesino en serie en Valladolid y a mi me toque investigar mano a mano con la policía. Y que el asesino me llame y me diga que no le vamos a pillar. Y que me diga que va a volver a matar. Y que mis noticias al respecto sean las más leídas y que me las quiera comprar EL PAÍS. Pero me parece que es soñar demasiado. A veces creo que por la mente te pasan cosas más estrafalarias cuanto más aburrido estás. Dios mío, los becarios de Murcia deben esperar que un dragón aparezca por allí y le diga a un armadillo atómico que, de la que venía del mundo de los dragones, pasando Júpiter a la derecha, vio una amapola hecha con ositos de gominola. Pues que esperen, que esperen.